El ADG fue desarrollado en 2008 por mí, Tim Farrell. Ahora, algunas personas asumirán que soy un aficionado inglés descontento que ha sufrido años de tormento en los penaltis, y que por eso creé el ADG. En realidad, soy australiano y, como la fortuna ha querido, Australia se ha clasificado ahora para dos Copas del Mundo en penaltis.

Así, como aficionado de los Socceroos, estos fueron obviamente momentos inolvidables. El punto es que el ADG no trata sobre lealtades nacionales, o quién ha tenido éxito en los penaltis y quién no. El ADG trata sobre la belleza y la emoción del fútbol y el intento de mejorar el deporte.

Creciendo en Australia en los años setenta, jugué al fútbol (o soccer) como la mayoría de los chicos. Era un jugador bastante desesperanzado, pero eso no disminuyó mi disfrute y amor por el juego. Recuerdo claramente el Mundial de 1986 y a Maradona liderando a Argentina hacia la victoria.

¡Ver el Mundial en las antípodas requiere cierta pasión y dedicación porque los partidos son en su mayoría en medio de la noche y en pleno invierno!

La final del Mundial de 1994 fue otro momento crítico. Roberto Baggio había marcado 5 goles en los 3 partidos de eliminación directa, incluyendo un doblete tardío para rescatar a Italia de la derrota contra Nigeria. En la tanda de penaltis le tocó al «coleta divina» mantener vivas las esperanzas italianas y, por supuesto, todos sabemos lo que sucedió. La novelista inglesa y aficionada al fútbol, A.S. Byatt, escribe: «Uno no recuerda a los ganadores. Uno permanece obsesionado por los perdedores.» ⁷

Baggio dijo más tarde: «Me afectó durante años. Es el peor momento de mi carrera. Todavía sueño con ello. Si pudiera borrar un momento, sería ese.» ⁷

Mientras hemos sido testigos del creciente reconocimiento por parte de la mayoría de los deportes sobre su responsabilidad hacia la salud mental de los atletas, el fútbol, liderado por la FIFA y el IFAB, permanece atascado en una distorsión temporal de los años 70.

Hace veinte años, el difunto y gran Terry Venables, a quien nadie habría confundido con un tipo sensible de la nueva era, dijo: «No deberíamos someter a las personas a este tipo de presión. Los penaltis ponen demasiada tensión en un solo jugador.» ¹

Desde entonces, la situación solo ha empeorado. Los jugadores de hoy tienen que soportar abusos viles, racismo y amenazas de muerte. Es una situación totalmente inaceptable. La FIFA creó este problema, por lo que necesitan ponerse las pilas y buscar soluciones. Esperemos que no tengamos que esperar una tragedia catastrófica en la vida real antes de que algo realmente cambie.

Después de que Italia venciera a Francia en penaltis en la Copa Mundial de la FIFA 2006, las ideas comenzaron a gestarse nuevamente. Sin embargo, no fue hasta la final de la Liga de Campeones de la UEFA de 2008 entre Chelsea y Manchester United, que me senté una gélida mañana de Melbourne y realmente comencé a desarrollar una alternativa.

Una vez más, no era un seguidor del Chelsea que acababa de sufrir una derrota devastadora, solo estaba pensando en mejorar el juego.

Desafortunadamente, la mayoría de los administradores del fútbol argumentarán que, dado que ya es el deporte más popular del mundo, ¿por qué molestarse? La respuesta, como han descubierto tanto el rugby como el cricket, es que actualizar cualquier deporte lo mantiene fresco y, aún más importante, justo.

En cambio, con el fútbol tenemos un desempate que le da a un equipo una ventaja del 20%, expone a sus jugadores a traumas psicológicos, racismo y amenazas de muerte, y no logra mostrar el juego.

El problema subyacente con la tanda de penaltis es la expectativa de que el lanzador siempre debe anotar. Entonces, dije: «¿Cómo cambiamos esa expectativa? ¿Cómo hacemos que sea más difícil anotar?» Fue entonces cuando tuve la idea de incluir un defensor.

El desafío fue entonces desarrollar esa idea inicial en un formato de desempate que combinara la habilidad, velocidad y atletismo del fútbol moderno, con la tensión dramática inherente de la tanda de penaltis.